Con las manos en la masa.
¡Que hay mis ínclitos amigos!
Esta vez no tuve oportunidad de preparar un artículo tutorial en toda forma, más bien esto lo quise añadir como mero registro, pues el sábado por la noche, una vez que los pendientes del hogar se hicieron menos, mi costilla tuvo la contagiosa idea de llevar a la práctica una receta que encontramos en una revista cuyo tema exclusivo es la panificación y sus distintas vertientes, revista adquirida recientemente en un supermercado local, cuando hacía mis pesquisas e investigaciones acerca de este procedimiento culinario. Así que ya entrados últimamente en este tema, decidimos probar la receta para hacer bolillos.
Cabe mencionar, que cuanto más se rasca en este ámbito, más se encuentran variantes sumamente interesantes, pues en esta revista, pudimos conocer la implementación de la llamada "masa madre". Nuestro amigo, Master de las sartenes y kukris para rebanar filetes, el buen Orco probablemente nos podrá ampliar la información al respecto, lo que a mi me queda claro, es que esta masa madre, añadida a otra que se prepara justo antes de hornear, le añade un toque característico al pan. Y de lo que puedo dar fe es que alcanza una textura crocante, el suave y esponjosito cuerpo y su delicioso aroma, todo esto es una verdadera sinfonía para los sentidos y que decir de la familia Garrison, que en la cocina de la Base Hyperboreana nos daban ganas de hincarle el diente a uno o dos ejemplares, jeje!
Mediante esta preparación percibí esta masa como más fina, ligera y esponjosita, en realidad es un deleite amasarla.
Ya estando en el horno, la masa comienza a hacer su trabajo y deja ver unas piezas bastante apetecibles.
El resultado, varias piezas doraditas, crujientes, esponjositas y aromáticas. Para evitar que el bueno del Orcman me ponga una colleja virtual, reconozco que esa charola para hornear no es la adecuada para esta tarea, pero apenas conseguí esos moldes para hacer tartas y pizzas, nos la estamos llevando despacio con eso de conseguir los aperos adecuados del panadero post-apocalíptico, ¿eeh? jejejejeje!
ummmhhh!! ñam,ñam! he aquí un pedacito de gloria, pan recién horneado con una embarradita de mantequilla, ñam, ñam! ¿gustan?
Me parece que los jueces calificadores externaron su veredicto de manera bastante favorable, jejeje! Bien mi osino!
El único inconveniente que le veo a esta forma de preparación, es que la masa previa al horneado debe dejarse reposar por veinte minutillos en el refrigerador, mientras que la masa madre descansa más o menos el mismo tiempo, pero en un lugar cálido. Pensándolo para una salida de campamento, la única solución que le puedo dar es que la masa previa al horneado, y que es la que debe refrigerarse, se sumerja, previo sellado de bolsa plástica, en la corriente de un río, a la sombra. Esto, obviamente no le da un efecto refrigrante, pero enfriaría la masa lo suficiente como para estar dos a tres grados por debajo de la temperatura ambiente. La bronca es en invierno, pues la masa madre debe conservarse más o menos en una temperatura cálida, para esto, podemos llevarla bien sellada en su bolsa plástica y expuesta a nuestro calor corporal, dentro de nuestras ropas.
También ocurrióseme, que la preparación de la masa madre puede hacerse en casa, justo antes de partir a la caminata o campamento, para luego, llegando al destino, preparar la masa auxiliar y listo, tener pan al canto.
Bien, mis queridos amigos, espero estar posteando la receta de este delicioso pan muy pronto, entre tanto seguimos en contato.
¡Hasta pronto!
Garrison