viernes, mayo 04, 2007


Notas acerca del Día Mundial de la Tierra

Qué Tal?

En esta ocasión les compartiré, y para cerrar el ciclo de comentarios de corte ambiental, lo que sucedió en los festejos del Día Mundial de la Tierra aquí en mi ciudad.

Para quien no lo sepa, esta celebración la comenzó un 22 de abril de 1970 el senador estadounidense Gaylord Nelson, quien convocó al primer gran acto ambientalista en el mundo. Veinte años después esta conmemoración se reconoció como tal y se hizo internacional, recordándonos lo importante que es el lugar donde vivimos y la responsabilidad que tenemos para conservar nuestra fuente de vida que es este planeta.

Bien, los pasados días 25, 26 y 27 de abril, el Gobierno Municipal de mi ciudad organizó un evento invitando a toda la ciudadanía a unirse a este festejo. En estos tres días, sirviendo como foro la sala de congresos del CIT en el Instituto Tecnológico de Monterrey Campus Chihuahua, tuvieron a lugar una serie de conferencias, de las cuales les vengo a compartir las ideas principales de dos de ellas que me parecieron particularmente interesantes.


La primera conferencia que me llamó la atención tenía como título “Cambio Climático-Cambio en las Ciudades” y la dictó el Dr. John Paul Kusz quien funge como Director Asociado del Centro de Empresas Sustentables del Instituto Tecnológico de Illinois, E.U.A.

La ponencia en sí se basó en muchos de los datos que ya todos conocemos a raíz del interesantísimo documental "An Inconvenient Truth" presentado por el Sr. Al Gore; una reflexión que se me quedó muy grabada fue a raíz de un ejemplo expuesto que pone de manifiesto el intrusismo de la mano el hombre en los ecosistemas y de que manera "los transformamos" para nuestro "beneficio". Esa loca carrera por tener satisfechas nuestras necesidades han provocado, entre otras cosas, los cambios radicales en el medio ambiente que ya estamos palpando hoy por hoy. La sustentabilidad de las "necesidades" (por no decir necedades) de la raza humana seguirán tambaleándose si no comprendemos que nosotros somos los que debemos adaptarnos a la naturaleza y no al revés.

El ejemplo descrito fue acerca de la construcción de la próspera ciudad de Dubai, en las costas del Golfo Pérsico. Esta ciudad en tiempo récord -algo así como 17 años- pasó a ser de un insignificante puerto pesquero a una opulenta y pujante ciudad de primer mundo. Pero, ¿a qué precio? Los impresionantes complejos habitacionales formados por islas artificiales en forma de palmera han deshecho un ecosistema muy frágil y complejo, no se diga las grandes secciones urbanizadas tierra adentro, donde antes no era más que "desierto". ¿Cuántos años durará ese espejismo de oportunidades, prosperidad y grandes logros técnicos? pues el Sr. Kusz no le augura mucho, ya que si bien los lujos con los que se oferta la vida en ese lugar son muchos, las exigencias que se van a tomar del medio ambiente van a ser exponencialmente excesivas y dispares. Así que si bien la ciudad comenzó como un puñado de arena, de la misma forma se piensa que puede terminar, como un elegante pueblo fantasma siendo tragado por las arenas del desierto.

Para concluir entonces con esta aportación, el Sr. Kusz está plenamente convencido (y ahora yo junto con él) que vencer a la naturaleza no es una proeza técnica o tecnológica como nos lo han vendido siempre, nos estamos dando cuenta que seguir pensando de esa manera puede considerarse prácticamente como un suicidio. ¿Cuántos años nos va a tomar comprender eso? bueno, quizás cuando el planeta se las termine de cobrar una a una y con intereses.




La otra conferencia a la cual asistí por considerarla igual de interesante fue la que tuvo por título “Visión e Iniciativas hacia la Sustentabilidad” la cual expuso el Mayor Martín J. Chávez, Alcalde de la Ciudad de Albuquerque, Nuevo México, E.U.A.

Esta ponencia versó en un programa implementado con gran éxito en aquella ciudad, el cual le valió a esta alcaldía un premio internacional al liderazgo, otorgado en Londres Inglaterra. El problema a resolver fue bastante serio. La ciudad de Albuquerque, enclavada en pleno desierto, estaba acabando rápidamente con las reservas de agua subterráneas de donde se abastecía la población. Estudios indicaban el drástico y acelerado descenso en los niveles con lo cual se proyectaba un funesto futuro para esta comunidad. Era indispensable tomar acciones, de lo contrario, la industria, el comercio, y en sí el estilo de vida de los ciudadanos se iba ver afectado radicalmente por el agotamiento del recurso.

Lo que me sorprendió enormemente fue que dado el análisis de la problemática, y conociendo cuáles eran los focos rojos, gobierno y población se hicieron uno sólo para enfrentar la tormenta que se avecinaba. Las medidas que se tomaron fueron titánicas y pudieron ser implementadas gracias a la cooperación de todos en aquella ciudad. Algunas medidas importantes que se tomaron fueron las siguientes:

Se sustituyeron los sanitarios de gran capacidad de los hogares por otros que utilizaban menos agua. Se implementaron aparatos ahorradores en cada casa, los cuales disminuyen en un 40% el consumo del vital líquido. Así mismo, la población sustituyó sus áreas verdes por jardines desérticos, disminuyendo drásticamente el consumo de agua para riego. El Gobierno hizo su parte reduciendo las áreas de riego de parques y jardines públicos, sustituyéndolos por plantas endémicas de la zona, necesitando poca agua para su mantenimiento. Se construyó una planta potabilizadora de última generación para limpiar el agua proveniente del Río Colorado, siendo actualmente la fuente principal del consumo de agua potable para la población. Las plantas tratadoras de aguas residuales riegan las grandes extensiones de jardines que no se eliminaron en la ciudad, reduciendo la utilización de agua potable para este efecto. Se implementaron campañas en los medios de comunicación para recordar a la ciudadanía acerca de la situación que están padeciendo para conscientizarlos en el uso correcto y eficiente del recurso y así no perder de vista la problemática que aqueja a su comunidad.

Esta es una gran lección para muchas ciudades y países, que pueden contar con grandes soluciones si todos se ponen de acuerdo y se movilizan para un fin en común. Desgraciadamente vuelvo mis ojos hacia mi país y tristemente veo cómo aquí rige en muchas partes la ley de la discordia, donde los colores “políticos”, manejo de intereses particulares y población apática, jalan cada quien para su lado sin importar un bien común. Bueno, hasta que no nos llega el agua a los aparejos, entonces si se comienza a actuar, pero igual y son acciones reactivas y no proactivas, en fin.

La lección que me dejaron pues estas dos pláticas fue que sí se puede diseñar con inteligencia y responsabilidad los sistemas que proveen a toda una comunidad de los satisfactores necesarios, haciendo hincapié en que el medio ambiente no es el que se debe de acoplar a nuestras demandas y caprichos, sino que debemos de tomar en cuenta primeramente nuestro entorno para poder contar por mucho tiempo con los recursos naturales que ultimadamente le pedimos prestados a nuestro planeta.

Bien, pues esto es todo lo que les puedo contar, espero que estén bien y nos vemos en la próxima entrada.

Garrison