martes, julio 28, 2009

Flashback

Un poco de humor agridulce.

Imagínome que para dos de mis cuatro lectores, SI, tú y tú que ya son treintones y que les tocó tragarse enterita la saga del famoso veterano de guerra RAMBO, y que espoleados por sus quijotescas aventuras, se iban a patear el cerro montando trampas mortales y camuflándose en charcos de fango. Quizás a tí y a tí les tocó también comprarse con harta ilusión el tristemente célebre "cuchillo oficial" de supervivencia, el cuchillo ícono de toda una generación de imberbes practicantes del campismo, el cuchillo que tenía T-O-D-O P-A-R-A S-O-B-R-E-V-I-V-I-R, SI!!! LEYÓ USTED BIEN, ¡¡¡T-O-D-O!!!

Aaah... ...¡pero qué recuerdos! Dentro de la bonita empuñadura hueca a la cual se accedía desenroscando la cascabeleante brújula (que bien podía quedar chulísima en la palanca de cambios de un trailer) venía tu kit infalible: Cerillos, cuerda sierra, artículos de pesca, todo ello envueltos apretadamente en una fina bolsita plástica.

Pero lo más importante, ¡no, si estos gabachos piensan en todo! en el fondo de dicha empuñadura añadieron una tuerca y una rondana, creo que pensando en algún desperfecto mecánico que pudiera sufrir tu bicicleta, auto, helicóptero, etc. Lo malo es que al desenroscar la tuerca con la rondana para hacer uso de ellas, y si no ponías suficiente atención, la hoja de acero inolvidable podía desengancharse como si de un mecanismo de eyección se tratase, caer al piso en un ángulo (siempre) fatal y romperse. Vaya! que bonito es casi todo!

Además, el fino cromo del que estaba hecha la hoja serviría como espejo de señales, el extremo serrado del lomo, ya no lo recuerdo, ¿sería para serruchar? ¿para desescamar peces? ¿para utilizarlo como guiro y cantar alegremente alrededor de la fogata? Eso sin contar el muy útil destapador de sodas, pues ¿quién dice que no puedes encontrarte en una situación en el que una gaseosa pueda salvarte la vida? ¡chale!

Y mira nada más, en tu funda traes una piedra de afilar, la cual venía muy útil, pues cuando la hoja perdía el filo (que era demasiado frecuente, no sé por qué) la piedrita te servía para pasar horas y horas de sana y meditabunda diversión tratando de sacar un poco de filo a ese fortísimo cromo. ¡Vaya! que hasta ahora vengo cayendo en cuenta que tenía un verdadero fire steel integrado en la piedra, pues el fierro, de tanto tallarlo, se calentaba y bien podía uno añadirle yesca, un soplidito y ¡a darle con la fogata!

Bien, que haciendo esta redacción han caído unas pequeñas lágrimas de emoción al ver esto en la red, el verdadero SURVIVOR, el cuchillo que todo sobreviviente debe, más bien, debió haber tenido. (si no es que gracias a él no terminó perdido, congelado o en el estómago de algún oso).

P.D. no se molesten por llamar al teléfono, la oferta de la navajita campestre ya expiró y ya no les quedan fundas qué regalar. jejeje! ¡Hasta la próxima!

Garrison

El Taller MacGyverezco
Utensilios del pasado, Hoy.
El Guaje, Cantimplora Ancestral.
Tutorial Parte 2
Lo prometido es deuda mis cuatro lectores, en esta ocasión completaremos los acabados de nuestro guaje para que esté 100% operativo. El tapón, la bandolera y sus detalles. Este es el resultado.


En el próximo post veremos cómo sellar el interior de nuestra cantimplora rústica para que se alargue un poco más su vida útil, por mientras, espero que disfruten del siguiente tutorial.

jueves, julio 23, 2009

El Taller MacGyverezco
Utensilios del pasado, Hoy.
El Guaje, Cantimplora Ancestral.

Tutorial Parte1

Pues como quedamos en la anterior entrada, a continuación veremos una de las varias maneras de hacerse de una cantimplora a partir de un Guaje. Los materiales utilizados fueron lo más apegados a la apariencia rústica clásica de un utensilio de esta naturaleza, pero también me pareció adecuado incluirle un toque "contemporáneo".

Como primer paso, veremos en la siguiente presentación el importante proceso de limpieza de nuestro Guaje.
Como siempre, espero que les sea de su agrado y utilidad y estén pendientes, mis cuatro lectores, para la continuación de este pequeño instructivo.

Hasta la próxima.

Garrison

miércoles, julio 15, 2009

Taller MacGyverezco
Utensilios del pasado, Hoy.
El Guaje, Cantimplora Ancestral.

Wassup my fantastic four?!

Jeje, Otra vez yo. Esta semana he estado disfrutando de unos merecidos días de "asueto", y aunque no hubo oportunidad de salir a patear monte, por el tema económico y un montón de proyectillos hogareños inconclusos, me he estado dedicando en mis "ratos libres" a leer algunos librejos que tenía atrasados, descansar un poco de la rutina diaria que ya resultaba agobiante y realizar algunos proyectillos survivaleros, entre ellos este que les mostraré en subsecuentes entradas.

A manera de preámbulo, copio y pego este interesantísimo artículo que me pareció apropiado para comenzar esta serie de entradas del taller Macgyverezco. En muy pocos párrafos sintetiza magistralmente información escencial acerca del tema que nos compete el día de hoy. Originalmente fue publicado aquí: http://www.jornada.unam.mx/2004/03/17/tradicion.html y trata acerca de un utensilio antiquísimo, que le ha servido a muchas generaciones para múltiples usos, uno de ellos el acarrear agua. Sin más, les dejo con el mencionado artículo, que como decía, servirá para abrir apetito y preparar el subsecuente tute. Disfrútenlo.

LOS GUAJES
por Mario Buenrostro

En el país, existen diferentes plantas que en la actualidad tienen el nombre de guaje (guaxin). Todas son aprovechadas, unas como alimento, ofrenda, instrumentos musicales, cucharas, coladores, juguetes; otras para elaborar recipientes o contenedores. Nos referiremos a estas últimas. Las clasificaciones indígenas las dividían, por su uso, en dos grandes grupos: guaxin y tecomatl (tecomates o calabazos).

En ambos casos, cuando los frutos comienzan su maduración, son de color verde brillante; al madurar son verde oscuro y secos se tornan de color café. Las mujeres indígenas y campesinas una vez que los han vaciado de su pulpa y semillas, los curan para endurecerlos, hirviéndolos sumergidos en el nixcomel, que es el agua con cal en la que se ha preparado el nixtamal. Unos crecen en árbol, como los cuautecomatl (guajes cirián) más o menos esféricos y de hasta cerca de 20 centímetros de diámetro y otros se desarrollan en plantas rastreras.
El llamado Guaje Botella, que se emplea de manera usual como cantimplora, es una planta rastrera que fue cultivada por los habitantes de Africa, América y Europa; antes de los contactos conocidos entre los tres continentes en esos lugares tuvo los mismos usos. En México, restos de estos contenedores aparecen con los primeros vestigios de maíz y tienen una antigüedad, se calcula, superior a 9 mil años. Hay cuautecomates desde Baja California hasta Yucatán, siempre que la altitud no supere los mil metros sobre el nivel del mar.

En el ambito rural de gran parte de la República, las jícaras se venden en los mercados regionales; en cambio, los tecomates de enredadera por lo general se cultivan en el terreno de la milpa. Los campesinos guardan la semilla y cuando requieren recipientes la siembran. Una mata puede producir 10 o 15 buenos frutos para uso doméstico.

Hay diferentes variedades de tecomates: los de pared delgada, los térmicos con pared gruesa y una capa fofa que se utilizan para mantener las tortillas calientes, beber pulque, almacenar granos y fermentar bebidas; los acocotes (acococtli) como pipetas para recoger aguamiel, los grandes con forma de pera, se cortan por la parte baja a unos 15 centímetros de la base para obtener un xicalpestre (xicalpitztli = jícara pulida) que se usa como frutero; también se les llama tol.

Los nombres técnicos de los tecomates son: para los de árbol (cuautecomates); de éstos hay dos variedades nativas: Cerscentia cujete, que con frecuencia se encuentra en los patios de las casas, da frutos casi todo el año, y Crescentia alata que es un arbusto de ramas gruesas, inclinadas y largas. Los de guía o rastreros que son de la misma familia de las calabazas (cucurbitáceas), se conocen técnicamente como Lagenaria y sus variedades son vulgaris, siceraria (acocote) y leucantha.

Con los grandes tecomates, bejucos, mecates y barrotes de ramas de árbol se hacían hasta 1970 embarcaciones que permitían cruzar el río Balsas, que recibió el nombre por el número de esas embarcaciones que lo navegaban. Se sabe que José María Morelos y sus tropas las utilizaron. Años más tarde también desapareció el uso de dos tecomates como flotadores para pasar a nado el mismo río.

Los Guajes tienen diferentes nombres según la etnia, la región y el uso: bule, alacate, lek, itzu, pumpo, xiiga-bere, leque, xómom, huajcale, mux, poque, balsa, sahualca, gua, zacual, totumo, güiro, jícara, y al menos una veintena de nombres más, lo cual muestra la amplia utilidad de esos recipientes.
Bien, pues hasta aquí con la intro, a continuación, en futuras entradas, presentaré el "tutorial" que espero, como siempre, les parezca interesante y lo consideren útil.

Hasta Pronto!

Garrison