domingo, junio 16, 2013


Consulta con el Dr. Prepper
El Génesis del Dr. Prepper

¡Hello mis estimadísimos cuatro fantásticos! Un gusto en volver a saludarlos.
Comenzamos este post con una nota del recuerdo de mi comarca, la cual derivará en una breve reflexión y ello a su vez en una felicitación, digo, "para aprovechar el viaje"  jeje! como luego se dice por acá. Así que ¡A lo que te truje!

Hace unos cuantos días, a mi Gatino Güero (mi niña Grecia) le habían encargado en la escuela llevar una tarea para la materia de español (algo así como para practicar los recursos de redacción) una anécdota o nota relevante de la ciudad, incluso la relatoría de alguna catástrofe que hubiese ocurrido en la comarca de la cual pudiesen acordarse sus ancestros, díganse padres, abuelos o más allá. Recordé algunos capítulos entre jocosos y oscuros de la historia de mi ciudad en los tiernos 39 años que lleva su servidor radicando aquí, pero súbitamente me acordé de una muy en particular que fue la que terminó siendo parte de su tarea escolar y fue nada menos y nada más que la vez en la que a los chihuahuitas Diosito casi nos hace efectiva la sentencia post-diluviana "a la próxima será con fuego..." jejeje!

Les paso una leve redacción sacada de un sitio web que resume la situación en pocos y concisos renglones, después de eso yo meteré mi cuchara para aderezar un poco la experiencia.

"El 24 de mayo de 1988, la ciudad de Chihuahua estuvo a punto de vivir una catástrofe de dimensiones incalculables cuando a las 10:10 de la mañana, estalló en llamas el tanque No. 14 de la Planta Pemex, que contenía más de cuatro millones de litros de diáfano y se mantuvo encendido por más de ocho horas, con llamas que alcanzaron más de 50 metros de altura y a 50 metros estaba un tanque similar que contenía gasolina Nova. Cerca de 200 mil personas residentes de diez colonias aledañas fueron evacuadas. La zona fue acordonada por el Ejército y los cuerpos policíacos  El incendio fue sofocado poco después de las seis de la tarde, gracias a la acción coordinada de los bomberos de Chihuahua, Delicias, Camargo, Parral, Cuauhtémoc, Aldama y Ciudad Juárez."  Fuente de info:   http://wikimapia.org/4884670/es/Ex-Planta-de-Distribuci%C3%B3n-PEMEX


Y que de pura casualidad me encuentro este breve recopilado de videos noticiosos de una televisora local, pues ya completa el relato periodístico a todo dar.





En lo tocante a mi experiencia con respecto a lo ya relatado, los pondré en contexto. En ese entonces estaba cursando mi segundo año de educación secundaria, en un plantel que estaba a varias cuadras de la casa de mis papás; quedando ambas (casa y escuela) a escasos kilómetros del lugar del incendio. Recuerdo que como a eso de las once de la mañana la sirena del plantel se activó y llamaron a todo el personal y alumnos a reunirse en la explanada, de ahí se nos dio aviso del siniestro y se nos facilitó el contactarnos con nuestros padres (fue un engorroso asunto pues recuerden que nos encontramos en la era pre-telefonía móvil jeje!). Quienes vivíamos cerca, nuestros papás ya estaban afuera haciendo fila en los autos para llevarnos, pues como se pudo leer en el artículo, todas las colonias aledañas estaban siendo evacuadas. Habiendo llegado al hogar, recuerdo que el autor de mis días estaba en ella, tenía en una caja todos los papeles importantes (certificados de todo tipo de todos los miembros de la familia, papeles de la hipoteca, facturas de su vehículo, etc.) al tiempo en que mi madre ya había empacado la despensa, algunos enseres del hogar y cosas para pasar la noche fuera.

En cosa de media hora ya estábamos listos para irnos, el "Bug out Vehicle" era una camioneta Chevrolet Custom deLuxe mod. 1974 con camper adaptada, donde mi papá cargó con todos los trebejos, esposa y sus tres chamacos rumbo a nuestro "Bug out Location" que era la cabañita en las afueras de la ciudad de la cual ya he hecho referencia en un par de ocasiones. A manera de recordatorio les comento que esta cabaña cuenta con agua, electricidad, gas, camas, cocina, baño y en aquel entonces tenía un corral con conejos, gallinas ponedoras, un cerdo, patos, y una parcela bastante grande con varios tipos de hortalizas y árboles frutales total, que era el proyecto de fin de semana de mis padres y ese día rendiría, más que nunca, el 100% de su utilidad.

Los vecinos más allegados, al saber hacia dónde nos dirigiríamos, se apuntaron a unírsenos y contamos con la compañía de por lo menos tres familias más. Cuando llegamos a nuestro retiro y habiéndonos instalado, nos dispusimos a afrontar con bastante incertidumbre el resto del martes con la esperanza de que al volver, aún encontraríamos nuestro hogar intacto ya que en el imaginario colectivo de aquella época, aún resonaba lo ocurrido un 19 de noviembre de 1984 en San Juan Ixhuatepec (Edo. de México) donde tuvo lugar uno de los desastres más cubiertos por los medios nacionales (desbancado un año después por el terremoto de la ciudad de México) y del cual estuvo involucrada también la paraestatal. Las imágenes dantescas que en aquel entonces nos proporcionaban los noticieros eran de montones de gente calcinada y un paisaje reducido a escombros chamuscados así que ya sabrán, eso aún causaba estragos. Total, que en la granja se instaló el grill y los mayores, al tiempo que se asaban unas cuantas chuletas y se abrían las cervezas, seguían de cerca los acontecimientos por medio de la señal televisada de un canal local, para la tarde/noche, gracias al creador, todo había regresado a la normalidad y empacamos de nuevo para volver a la ciudad y con ello a nuestras actividades que dejaríamos en stand-by esa mañana.

Pienso en retrospectiva en ese acontecimiento en particular y saco un par de lecturas a colación, éstas versan en el hipotético caso de que el problema hubiese escapado de las manos de las autoridades y que hubiese escalado a cotas catastróficas para la ciudad.

La primera impresión que recuerdo y que me evoca una emoción bastante fuerte fue ver la cara de angustia de mis vecinos al saberse desprotegidos del todo y haber pedido "asilo" a mis progenitores. Su expresión lo decía todo, o era la "cabaña del tío Memo" o era pasarse el resto del día en el estacionamiento de algún lejano centro comercial, esperando con aún más angustia entre seguramente, más desplazados. Pienso en eso y digo, "¡olé los huevos de mi padre y por ese as bajo la manga!", de haber estado en la misma situación que mis vecinos, hubiésemos caído en la casa de algún pariente, muy probablemente la casa de mi abuela materna, quien residía en la zona centro de la ciudad, lejos del perímetro que posiblemente "chuparía faros". Con todo lo que esto conlleva, más contras que pros, no la hubiésemos tenido fácil.  

Otra cosa que también saco a colación fue el hecho de que, al margen que hoy en día se manejen términos como "Prepper" o "Supervivencialista", mi Padre nunca tuvo en mente tales alcances, más bien es todo un nostálgico del pueblito de donde viene y un hombre muy resuelto para varias cosas. Me impresiona que gracias a esas medidas tomadas, o más bien, a su hobbie de fin de semana, hubiésemos caído totalmente en blandito con esa propiedad, de haberse puesto la cosa color de hormiga.

Lo que más me causa admiración y hasta un poquito de gracia, ya saliendo a relucir los apuros, es que todo cuanto traigo de bagaje ha servido para moldear mi afición por el campismo, la supervivencia deportiva y eventualmente lo prepper. Mi esposa a veces me pregunta de dónde saco para tanta ocurrencia y volteo a ver lo que he hecho en el pasado, no un pasado inmerso en manuales militares de evasión, rescate, tácticas y técnicas -per se- sino en el diario juego y enseñanza de una generación a otra. Dicen por ahí que "las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra" y eso aplica al 100% en el caso de todo lo que aprendí a manera de juego y convivencia con mi Padre. Desde sembrar árboles, hortalizas, criar conejos y gallinas, hasta ayudar a armar una casa con nuestras propias manos para eventualmente disfrutar de ella a manera de esparcimiento, o como ya lo vimos, indirectamente como el último refugio que sirvió en caso de emergencia. Tales enseñanzas, muchas de ellas, las he visto repetidas ad-nauseam en manuales y libros desperdigados por aquí y allá, lo que ya fue conocimiento en un tiempo, hoy lo veo como un reencuentro y me da mucho gusto saber por experiencia propia varias cosas que veo publicadas y más gusto me da el haberlas aprendido al lado de mi viejo.

Así pues, creo que la vida no me ha podido equipar con mejor ejemplo de ser humano y para cerrar ya este post, desde este humilde espacio le dedico este pequeñito e insuficiente homenaje al autor de mis días, justo en este día del Padre, al tiempo que le extiendo a todos mis amigos lectores, quienes aún cuenten con este precioso Hombre, o que ya tengan la inigualable y hermosa experiencia de criar uno que otro vástago, una gran felicitación y un abrazote. 

¡Felicidades a todos en su día!



¡¡FELIZ DÍA TITO MEMO!!