lunes, septiembre 29, 2008

El Ocote
Redescubriendo un aliado para encender fuego.

Realizando el experimento anterior de los troncos de papel reciclado, tuve que incluir en el paquete un material para encenderlos adecuadamente sin tener que recurrir a yesca u otros implementos que hubiera en el hipotético entorno, pues la propuesta del uso de estos leños era de carácter “de emergencia”. En ese tenor, redescubrí un buen combustible para iniciar fogatas. El Ocote.

A saber, éste es un denominador general para varias especies de coníferas de la familia de las pinaceas existentes en la república mexicana, pero en muchas áreas rurales de la región se le conoce así a la parte resinosa de los pinos.

Ojo, este material no se puede comparar como un mero “encendedor de fogatas” como lo sería la barra de magnesio, o unos simples cerillos, sino que es un "iniciador", auxiliar para encender ramas o leños directamente cuando no existe suficiente yesca o borra de la cual echar mano. La resina de la cual está empapada la madera hace todo el trabajo, pues la intensidad de la flama que produce resulta excelente para dicha tarea.

Para identificar los posibles rastros de ocote en un pino, basta con realizar una minuciosa inspección a su corteza. Los lunares o nudos más oscuros y visiblemente “húmedos” son por donde supura la resina, debajo de eso existirán tramos del tronco con bastante contenido resinoso, conseguir unas cuantas astillas de éste puede hacernos el día.

En el entorno urbano podemos conseguir este material si acudimos a un comercio especializado en maderas. Las tablas que contienen demasiada resina son desechadas, por lo tanto, si nos acercamos a algún empleado para pedirle unos cuantos trozos, podemos conseguirlos por una muy módica cantidad o incluso gratis, pues como dije, comercialmente se le considera desperdicio.

A continuación les expongo cómo se ve un trozo de tabla de pino con una porción de Ocote.

A la vista puede identificarse pues su color es hasta cierto punto amielado o ámbar, al tacto resulta pegajoso y el olor que despide es en sí un aroma a laca/resina bastante fuerte.

Podemos amoldar este material de acuerdo a nuestras necesidades y propósitos. Lo podemos almacenar como pequeños barrotes, como briquetas, así como tabletillas para incluirlas en nuestro bolsillo de supervivencia o equipo de emergencia, o incluso, aprovechar el aserrín para crear “pellets” o cartuchos, en fin, las opciones pueden ser muchas.


Bien, espero que esta pequeña recomendación les sea de utilidad, nos vemos la próxima.

Garrison
Leños de Papel Reciclado
Experimento 2
Simulación de su utilización en una situación real

Bien, después de 2 horas de presionar pulpa de papel a través de un tubo y dos días de espera en el secado ¿qué podía esperar de este material?

Decidí que era hora de probarlo en una situación real, digamos, hervir agua en mi olla de campismo de 500 ml. de capacidad (suficiente para cocinar una sopita o prepararse un té o café). La cantidad de leños a utilizar serán 2. La mecánica para encenderlo sería con una varita de Ocote que incluye el paquete, la cual mide 1.5 cms. de ancho por 9 cm. de alto por .4 cms. de grosor.

Mi “laboratorio” fue un pequeño asador que tengo en el patio de mi casa.

1- Dispuse el material a encender a la manera de pirámide.

2- Partí a la mitad una de las tiras de ocote, y a su vez partí a la mitad para sacar otras dos pequeñas tiras.



3- Se dispusieron dos de las tiras más pequeñas dentro de la pirámide y procedí a encenderlas.El experimento comenzó a las 3:30 p.m.



4- Se puso la olla en posición y a esperar.



5- Me entró el pánico, pues justo 7 minutos después de haber encendio la fogata, la llama se sofocó por lo que tuve que ponerle la otra mitad de la tira de ocote con la cual comenzamos. Se reavivó el fuego y ya estaba de nuevo en su apogeo.



6- 20 minutos después del primer encendido, se consumieron la mayoría de los leñitos, sin opción a reavivarlos. Se revisó la olla y el agua estaba ya hirviendo.


Resultados
El resultado fue hasta cierto punto satisfactorio, pues con tan sólo dos leños (que a su vez se convierten en 4 partes) se puede calentar agua para cocinar. Tomando en cuenta que la bolsa incluye 5 piezas, se tiene combustible de emergencia para preparar dos comidas calientes.

Para purificar agua con los pequeños leños como combustible, probablemente se requerirá añadir otros dos tronquitos para que el agua esté expuesta a una llama más prolongada.

Eso si, un par de desventajas son el olor y humo despedido por el material al momento de la combustión, suele ser un poco molesto al olfato y tizna mucho el cacharro de cocina. La ventaja del humo es que no tendrás mosquitos revoloteando cerca, la desventaja es que con este tipo de combustible no podrás asar brochetas, derretir malvaviscos, etc. Jeje!

Bien, ya que el prototipo arrojó buenos resultados, en un futuro cercano trataré de mejorar el desempeño del molde y el proceso de fabricación. Por lo pronto me fabricaré un buen stock de leños para tenerlos a la mano por si acaso.

Espero que encuentren este ejercicio útil. Hasta luego!

Garrison
Leños de Papel Reciclado
Experimento 1

En pasados días, gracias a que el clima en la ciudad mejoró mucho, tuve oportunidad de realizar un experimento que ya tenía bastante en el tintero. Se trata, como bien lo dice el título de este post, de la fabricación de “leños” con papel reciclado. La idea vino de este corto video que muestra una prensa metálica que hace ladrillos de dicho material, pero éstos a mi gusto me parecieron muy robustos y toscos.


Mi idea se enfocó en la emulación de pequeños troncos, pues es la forma ya “natural” o “convencional” como conocemos al combustible que utilizamos para alimentar una fogata.

Además encontré una que otra ventaja aparejada a la fabricación de este producto: La principal es evitar la depredación de los recursos naturales existentes en el lugar de campamento ya sea que sólo vayamos en plan familiar, que tomemos un refugio temporal a causa de una emergencia u obligados por un desastre natural. Se pueden llevar fácilmente como parte del equipo de emergencia del auto, pues es muy poco el peso y espacio que ocupan y por último, simplemente para darle una utilidad a la cantidad a veces monstruosa de papel que se desperdicia en el hogar/oficina, etc.

El presente experimento consistió en reciclar el papel de un periódico de tiraje normal, éste rindió exactamente para elaborar 10 pequeños troncos de 14 cms. de longitud por 4 cms. de diámetro en promedio.

El material que utilicé como molde y prensa se describen en la ilustración.

El procedimiento para realizar los leños fue el siguiente:

Paso 1.-

Primero se trocea todo el papel periódico en pequeños pedazos que a ojo no midan más de 4 cms. de lado.

Paso 2.-
Terminado el trabajo de troceado, procederemos a sumergir el papel en una cubeta con agua, una de 20 litros de capacidad hace muy bien el trabajo. Ya que estamos hablando de reciclar, recomiendo que para este paso, llenemos la cubeta con el agua que sale del enjuague de la lavadora. Es agua gris que puede utilizarse en este proceso a la perfección evitando gastar agua potable.

Paso 3.-
Cuando se haya dejado reposar el papel el tiempo pertinente se verterá el contenido a otra cubeta, la cual habremos cubierto con una tela, haciendo la función de cedazo.

Paso 4.-
En este momento preparamos el molde (tubo de PVC) poniéndole el tapón en uno de los extremos.

Paso 5.-
La pulpa que quedó atrapada en la tela la introduciremos de a poco en el tubo/molde. Iremos observando cómo éste se satura, teniendo que introducir el barrote/prensa para aplastar bien el contenido y compactarlo lo más que podamos hasta el fondo. Según la longitud que deseemos fabricar los troncos, iremos añadiendo más y más pulpa de papel cada vez. Esta tarea la realizaremos con fuerza pero lentamente, pues si empujamos rápidamente el barrote/prensa, sólo lograremos disparar grandes chisguetes de agua sucia y pulpa de papel a través de los orificios que se practicaron a lo largo del tubo/molde, y créanme, no es agradable limpiar tanto desmadre.

Paso 6.-
Habiendo completado la longitud deseada de los leños, procederemos a quitar el tapón del tubo. El corte longitudinal que tiene el tubo de PVC nos sirve para expulsar con más facilidad el pequeño tronco con la ayuda del barrote. Haciendo un leve movimiento giratorio del tubo y empujando firmemente el barrote, veremos que poco a poco el leño irá saliendo del molde, aquí tendremos especial cuidado en que el leño no se fraccione, pues aún guarda bastante humedad y se encuentra muy blando.

Paso 7.-
Extraído el tronco, lo pondremos en una plancha plana y nivelada a secar. El tiempo efectivo de secado en un clima seco y soleado es de 48 horas. Resguárdese en todo momento de la humedad y/o lluvia.

Paso 8.-
Una vez secos ya están listos para usar o almacenarse.


NOTA: La serie 1 de troncos la hice dejando el papel en remojo unas 6 horas, consiguiendo que no se ablandara lo suficiente, por ello cada tronco del lado izquierdo se ve fraccionado y roto (ver la imagen de arriba). Cuando procedí a la siguiente serie de leños (serie 2), habían pasado 24 horas de reposo del papel en el agua, por lo que pude conseguir una consistencia de verdadera pulpa. Así, los 5 troncos de la derecha son más consistentes, resultaron menos quebradizos y soportan un poco más el proceso de extracción del tubo/molde.

Como recomendaciones finales añadiré lo siguiente:

a) Se recomienda que cuando se elaboren los troncos, se utilice sólo un tipo de papel, ayudará a homogeneizar la consistencia del mismo. Es importante que también, antes de procesar el papel para esta tarea, lo despojes de gomas, resinas, adhesivos, etc. No utilizar papeles con algún tratamiento plastificado por obvias razones.
b) Una vez secos, los pequeños leños se guardarán en una bolsa Ziploc de gran capacidad para albergar una buena cantidad de ellos, o se envolverán en plástico de embalaje. Almacénense en un lugar seco y fresco, protegiéndolos en todo momento de la humedad.
c) Podemos complementar con un par de varitas de Ocote o de cualquier otra madera resinosa para mejorar el encendido de estos leñitos. Asimismo, podemos añadir una cajetilla de cerillos o un pequeño encendedor. El peso de cada tronco es de 70 grs. por lo que este paquete de 5, con varitas de ocote y encendedor, ni siquiera llegará al peso de medio kilogramo en nuestro equipo de emergencia.

Bien, así es como quedaría el “kit” para su uso:


Sigue el otro experimento. Los veo luego.

Garrison

viernes, septiembre 19, 2008

Mi Nuevo Equipo de Supervivencia


Jeje! Bien, pues se ha dado ya la cuenta regresiva. Quizás en quince días (+/-) con el favor de mi Padre, tenga la enorme alegría y dicha de tener en mis brazos a mi primer bebé, quien como ven, y siguiendo el espíritu previsor del autor de sus días, ha estado coordinando via placentaria la adquisición de su propio bolsillo de supervivencia. Los rubros de alimentación, cobijo, confort, comunicación, portabilidad y demás ya están cubiertos en el pequeño bolso. Oh! bebino, has pensado en todo!
ÁNIMO EMILIANO ¡YA ESTAMOS ANSIOSOS DE VERTE!

miércoles, septiembre 03, 2008

Ayudemos a nuestros hermanos de "La capital del mundo" Hidalgo del Parral, Chihuahua y sus alrededores, que ahora les tocó padecer la fuerza de los elementos.

Desgraciadamente desconozco al(los) autor(es) de las siguientes fotografías, éstas fueron seleccionadas de un gran paquete que he recibido en el transcurso de los días, pero lo importante es que las imagenes hablan por sí solas. En este momento, aparte del poblado en cuestión (Parral, Chihuahua) ya se suman más y más asentamientos que están incomunicados o que han sufrido pérdidas humanas y materiales por las continuas lluvias que ha recibido la entidad hasta el momento.