TÉCNICAS BÁSICAS
REFUGIO . Parte I
El refugio es una de las necesidades básicas y ancestrales del hombre, invariablemente buscamos tener algún lugar al cual llamarle “hogar”. Si miramos a la naturaleza somos el fiel reflejo de las especies animales; de alguna u otra forma todos tenemos nuestro nido, guarida, madriguera, cubil o como quieran llamarle.
En una situación de emergencia, al igual que el fuego, el refugio es un gran aliciente psicológico y una barrera contra las inclemencias del tiempo y las amenazas de los páramos en los que nos encontremos. Así pues, el refugio tiene una función preponderantemente protectora.
Ya sea la más cara de las tiendas de campaña que podamos encontrar en el mercado o la choza más ingeniosa construida con nuestras propias manos, el hecho de mantenernos fuera de la intemperie tiene sus reglas, he aquí algunas de ellas:
1- El refugio debe ser emplazado de preferencia en un lugar donde se pueda dominar el paisaje, un lugar en la elevación del terreno es lo ideal.
2- Evitar utilizar las cuevas o guaridas de animales cuando se presuma que estén “vacías”, podemos llevarnos muy desagradables sorpresas.
3- Evitar emplazar el refugio en las riberas de los ríos o muy cerca de cualquier corriente de agua. El clima impredecible aguas arriba el cual puede pasar desapercibido para nosotros, puede tomarnos desprevenidos con una sùbita crecida del cauce.
4- Evitar la colocación del refugio cerca de pantanos o ciénegas.
5- Limpiar exhaustivamente el lugar escogido para asentar la guarida. Las piedrecillas, espinas u otras molestias que puedan ocasionarnos dormir con una mala postura deberán ser eliminadas.
Bien, la fabricación del refugio dependerá más que nada de la facilidad que tengamos para transformar los medios con los que contemos, ya sean los ambientales como del equipo que llevemos. La improvisación e inventiva es la mejor técnica que podemos utilizar.
Un punto esencial en todo refugio es el techo. Si disponemos de alguna lona, nuestro poncho o impermeable, o cualquier superficie rígida no tendremos problema para partir de ahí. En el caso de no contar con algún implemento como los mencionados anteriormente, debemos buscar en el entorno el material ideal para hacernos del techo de nuestro refugio. Podemos crear conglomerados de vegetación y acomodarlos como si fuesen tejas, para que el agua escurra de forma natural y el viento no penetre con tanta facilidad. En los climas cálidos, las plantas por lo general tienen hojas anchas y grandes, utilizando el principio de las tejas se puede confeccionar un excelente techumbre. En los climas fríos, se pueden excavar trincheras en la nieve y recubrirlas con follaje. En fin, esas son algunos de los principios bàsicos de la construcción de un refugio.
En la siguiente entrada incluiré algunas ideas gráficas para ejemplificar este tema. Nos vemos.
Garrison
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