CACERÍA DE EMERGENCIA
Parte 2
CAZAR SAPOS
Con lanza
El riachuelo como les comentaba era el centro de vida de diversas especies, una de ellas eran los “Sapos-Toro”, es impresionante escucharlos cantar en una tranquila noche, ya que su nombre se debe a que emiten fuertemente un cuasi-bramido en vez de croar, éste se escucha poderoso por encima de las chicharras, grillos y demás animalejos. Cuando me invitaron a cazar sapos-toro al principio me resistí, ya que mi fértil imaginación infantil los visualizaba como masivas ranas granientas con cuernos saliéndoles de su cabeza y sumamente agresivas. Para mi consuelo, uno de mis amigos me enseñó uno que ya habían cazado, y a pesar de su impresionante tamaño (llegan a pesar hasta medio kilo y medir poco más de 20 cms. de largo) asentí a participar y esa noche nos internamos en esa aventura.
Los sapos-toro suelen descansar en recovecos de las orillas de los cuerpos de agua bramando sin cesar a menos que detecten peligro, eso en primera instancia delata su posición.
El cazador debe de estar armado con dos cosas: una lanza, que puede ser confeccionada con una vara delgada y lo más recta y fuerte posible, afilando uno de sus extremos, ó una varilla corrugada de metal con el mismo principio ó una vara a la cual se le puede atar un cuchillo o daga. La otra herramienta es una linterna, con la cual se tratará de deslumbrar al animal. También puede ser practicado por dos participantes, quien lleve la lanza y el que deslumbre al sapo con la linterna.
Parte 2
CAZAR SAPOS
Con lanza
El riachuelo como les comentaba era el centro de vida de diversas especies, una de ellas eran los “Sapos-Toro”, es impresionante escucharlos cantar en una tranquila noche, ya que su nombre se debe a que emiten fuertemente un cuasi-bramido en vez de croar, éste se escucha poderoso por encima de las chicharras, grillos y demás animalejos. Cuando me invitaron a cazar sapos-toro al principio me resistí, ya que mi fértil imaginación infantil los visualizaba como masivas ranas granientas con cuernos saliéndoles de su cabeza y sumamente agresivas. Para mi consuelo, uno de mis amigos me enseñó uno que ya habían cazado, y a pesar de su impresionante tamaño (llegan a pesar hasta medio kilo y medir poco más de 20 cms. de largo) asentí a participar y esa noche nos internamos en esa aventura.
Los sapos-toro suelen descansar en recovecos de las orillas de los cuerpos de agua bramando sin cesar a menos que detecten peligro, eso en primera instancia delata su posición.
El cazador debe de estar armado con dos cosas: una lanza, que puede ser confeccionada con una vara delgada y lo más recta y fuerte posible, afilando uno de sus extremos, ó una varilla corrugada de metal con el mismo principio ó una vara a la cual se le puede atar un cuchillo o daga. La otra herramienta es una linterna, con la cual se tratará de deslumbrar al animal. También puede ser practicado por dos participantes, quien lleve la lanza y el que deslumbre al sapo con la linterna.
(Fig. 1)
Aquí las palabras clave son el sigilo, la sincronicidad y la rapidez.
Se debe atuar de noche y seguir el bramar de estos anfibios hasta estar seguros que se está sumamente cerca o encima de ellos. Se debe caminar –de ser posible- descalzos por la orilla del río y en pasos amplios y pausados. Las orillas de los ríos por lo general suelen estar cubiertas de fango o fino pasto, así que por ese lado tendremos cubierta nuestra presencia. Se deberá asomar lentamente hacia el lado interior de la orilla del río para verificar la posición de la presa. Cuando se haya identificado la presencia del sapo, se encenderá sorpresivamente la linterna, procurando que el haz de luz golpee directamente en sus ojos.
Se debe atuar de noche y seguir el bramar de estos anfibios hasta estar seguros que se está sumamente cerca o encima de ellos. Se debe caminar –de ser posible- descalzos por la orilla del río y en pasos amplios y pausados. Las orillas de los ríos por lo general suelen estar cubiertas de fango o fino pasto, así que por ese lado tendremos cubierta nuestra presencia. Se deberá asomar lentamente hacia el lado interior de la orilla del río para verificar la posición de la presa. Cuando se haya identificado la presencia del sapo, se encenderá sorpresivamente la linterna, procurando que el haz de luz golpee directamente en sus ojos.
(Fig. 2)
Este es un momento crucial, pues el sapo puede saltar ó quedarse inmóvil cegado por la luz. Lo segundo sucede más a menudo, así que quien lleve la lanza deberá prepararse para asestar el golpe mortal. Se deberá atravesar al animal a la mitad de su espalda, procurando abarcar la parte más gruesa de su cuerpo. La estocada debe ser firme, fuerte y silenciosa. Cuando la presa sea atravesada deberá levantarse con sumo cuidado para sacarla y rematarla de un golpe en la cabeza. Acto seguido, se introducirá a un saco, costal o canasta cerrada para su transporte.
(Fig. 3)
Cuando no se disponga de lámpara alguna, se debe confiar en la destreza del cazador, y ejecutar los pasos anteriores confiando en el elemento sorpresa. Si fallamos, escucharemos el distintivo “Ziip!” de las ranas cuando saltan veloces a las profundidades seguras del agua.
¿Cómo preparar la presa?
-Los sapos-toro tienen unas gruesas y musculosas extremidades inferiores, ese será el platillo a degustar. Las “ancas de rana” son deliciosas si se asan, se fríen o se preparan en un caldo.
-Para realizar esto cortaremos con nuestro cuchillo a la altura de la “cadera” del sapo separando las ancas del resto del cuerpo. Procuraremos guardar las entrañas para preparar carnada de pesca.
-Cortamos los “pies” y practicamos una incisión en el muñón con lo cual podremos quitarle la cubierta de piel exterior como si fuese un forro.
-En este punto es indispensable lavar la pieza con agua limpia.
-Si se tiene un buen fuego en marcha, ensartamos la pieza en una vara y la asamos como lo hicimos con la paloma.
Como nota adicional, es recomendable que se conozcan las especies de la zona en la que habitan, en otros casos existen ciertas especies de anfibios que no son comestibles y cuya piel es altamente tóxica pudiendo derivar en la muerte del individuo si se tiene contacto directo con ella.
Garrison
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