Parte 1
ATRAPAR CANGREJOS DE RÍO
Método del reflejo
Los cangrejos o camarones de río son crustáceos que pueden entrar en la dieta de emergencia. La destreza y rapidez para nadar con su cola es impresionante, asimismo sus grandes tenazas amedrentan a quien piense atraparlo. Un truco que aprendí experimentando por cuenta propia en mi niñez, y que he probado que es efectivo para atrapar a estos animalillos es el siguiente:
Identifica el área del riachuelo en el que estos crustáceos pasean. Suelen ser lugares pedregosos donde el agua es poco profunda. De preferencia esta tarea hazla a medio día, cuando el sol pegue de lleno en el área del riachuelo que hayas escogido o identificado.
Prepara un pequeño “corral” en la orilla con ramas, piedras u otros implementos que tengas a la mano, ya que cuando atrapes a estos animales y los saques del agua, ellos instintivamente coletearán frenéticos buscando sumergirse de nuevo en el riachuelo, por lo tanto tu corralito tendrá que representar una barrera infranqueable para los pequeños crustáceos, que les corte el paso a su libertad pero que se encuentre cercano al lugar donde pescarás.
(Fig. 1)
(Fig.2)
Identifica el lugar donde pasean los crustáceos y quédate un momento inmóvil para que se “acostumbren” a tu presencia. Después de un rato, sumerge tu vara lo más cerca que puedas de ellos. Sumergida tu vara muévela de arriba abajo y de un lado a otro en movimientos lentos y cortos, para que el reflejo del sol pueda ser percibido por los cangrejos.
(Fig.3)
El reflejo del sol hace el trabajo, ya que a los cangrejos les atrae sobremanera el brillo que genera el material y utilizarán sus fuertes tenazas para atrapar a “su presa”, tan pronto sientas cómo se aferran, los lanzarás fuera del agua hacia el corralito, procurando no hacer movimientos bruscos con la rama en el trayecto pues tu presa podrá zafarse con gran facilidad. Trata de escoger los más grandes, con esto te asegurarás un bocado más sustancioso.
(Fig.4)
-Habiendo atrapado a unos cuantos, acábalos aplastando su cabeza con una piedra, para luego cortarles la cola, que es donde se concentra la mayor parte de la carnosidad.
-Deberás lavarlos con agua limpia y desprender la coraza superior, descubriendo así sólo la parte carnosa.
-Si cuentas con un buen fuego en marcha podrás hacer un buen caldo o brocheta.
Para el caldo necesitarás preparar una pequeña olla con agua, esperar a que hierva y vierte las colitas en ella. Revuelve de vez en cuando y después de 15 minutos tendrás una buena sopa de camarón.
-Si gustas de una brocheta, ensarta las colitas en una vara delgada y verde y exponlas a las brasas, gíralas para que el calor sea uniforme. Cuando la carne adquiera un tono dorado es que están listas para consumirse.
Garrison
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