TÉCNICAS BÁSICAS
AGUA . PARTE II
AGUA . PARTE II
Factores de riesgo y causas de deshidratación
La deshidratación puede ser causada por diferentes factores, los cuales pueden contribuir a que la pérdida de líquidos no sea adecuadamente reemplazada en el cuerpo. En la mayoría de las personas nunca progresa más allá de la deshidratación leve, pues comer y beber pueden resolver esta condición. De cualquier manera, algunas personas son más propensas a desarrollar niveles más serios de deshidratación debido a ciertas condiciones médicas o situaciones que interfieren con su ingesta normal de agua.
La inadecuada ingesta de líquidos es una causa de deshidratación y es usualmente responsable de los casos leves. Esta puede ocurrir durante una enfermedad que afecte la garganta, haciendo que tragar sea una tarea difícil. Algunas personas pueden deshidratarse previo a una cirugía o análisis médicos. Las personas que restringen la ingesta de líquidos y alimentos están también en un alto riesgo de deshidratarse. Esto incluye a personas con desórdenes alimenticios (como la anorexia) y las personas que ayunan por razones políticas o religiosas. Las personas con ciertas discapacidades físicas pueden ser incapaces de tener una nutrición adecuada, incluyendo los suficientes líquidos. Otros pueden deliberadamente evitar tomar agua para evitar micciones frecuentes si debido a su incapacidad, resultare muy incómodo.
La deshidratación grave puede resultar cuando las personas experimentan la privación de alimentos y agua debido a condiciones extremas de supervivencia. Básicamente, la deshidratación ocurre de igual manera cuando los líquidos son perdidos en cantidades excesivas (y que no son repuestos) la pérdida de fluidos puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo:
Pérdida de líquidos Vía Gastrointestinal
Diarrea- Es una de las causas más comunes de deshidratación. La Diarrea puede ser causada por bacterias, virus ó parásitos. Los bebés, niños y ancianos están especialmente en riesgo de deshidratación debido a este factor, dado que sus débiles sistemas inmunológicos los hacen más vulnerables a enfermedades que pueden causar la diarrea.
Vómito- La rápida pérdida de líquidos corporales que ocurre con el vómito lleva comúnmente a la deshidratación. Ciertas poblaciones están en muy alto riesgo de deshidratación por esta causa, se incluyen los bebés, niños y ancianos, personas con desórdenes alimenticios (bulímicos) y cualquiera que tome medicamentos que induzcan al vómito.
Orina/Micción excesiva- Ciertos medicamentos pueden incrementar la orina más allá de los niveles normales. Las enfermedades que afectan la función de los riñones. Los riñones regulan la pérdida de fluidos corporales a través de la orina. Las enfermedades que pueden afectar la producción de orina se incluyen la diabetes mellitus, diabetes insipidus y el cáncer de riñón.
Pérdida de líquidos a través de la piel y pulmones (transpiración y respiración)
El calor y/o la humedad- De los dos, la humedad juega un papel muy importante en la deshidratación debido a que interfiere con la habilidad del cuerpo para auto enfriarse. En áreas húmedas, el sudor gotea en vez de evaporarse, así que la pérdida de fluidos no contribuye al enfriamiento del cuerpo (que es la función normal de la sudoración). Los ancianos, bebés y niños están especialmente en riesgo de deshidratación y otras complicaciones debido al calor y la humedad (como las insolaciones o los golpes de calor).
Actividad Física- La sudoración excesiva puede ocurrir durante la práctica de deporte u otra actividad física vigorosa y también contribuye al riesgo de deshidratación.
Fiebre, quemaduras y quemaduras solares- Estas condiciones incrementan la temperatura corporal, requiriendo más líquidos para el funcionamiento apropiado del cuerpo. Las quemaduras pueden inhibir la habilidad del cuerpo para atraer tanto humedad como sudoración, las cuales pueden evitar que el cuerpo se enfríe incrementando el riesgo de deshidratación.
Viajes aéreos y altitud- Los aviones comerciales mantienen aire seco en el interior de las cabinas, con niveles tan bajos como el 1% de humedad. Debido a que hay menos humedad en el aire, es necesario agua adicional de otras fuentes para evitar la deshidratación. Esto es especialmente verificable en vuelos largos o en altitudes tan altas o más de 8,000 pies.
Adicionalmente, las mujeres que están embarazadas o en proceso de lactancia están en un alto riesgo de desarrollar deshidratación. Las mujeres embarazadas necesitan beber y comer con regularidad para continuamente reabastecer los fluidos corporales de ellas y de los que se necesitan para el bebé en desarrollo. La deshidratación es común en el embarazo (especialmente cuando el vómito y la diarrea se presentan) y pueden causar contracciones prematuras, aminoramiento del fluido amniótico y otras condiciones. Un pequeño porcentaje de las mujeres embarazadas desarrollan una enfermedad llamada hiperemis gravidarium, que consiste en una intensa forma de mareos y náusea matutinos con vómito que puede llevar a la deshidratación. Esto frecuentemente requiere hospitalización y tratamiento con suero intravenoso.
Las madres lactantes pierden grandes cantidades de líquidos debido al cuidado del bebé y por lo tanto necesitan incrementar su ingesta de líquidos. En cuanto que una deshidratación leve no afecta la producción de leche, la deshidratación moderada y grave pueden, incluso cambiar la composición de la leche y la disminución de su producción.
Signos y síntomas de la deshidratación
Los signos y síntomas pueden variar, dependiendo de la severidad de la pérdida de líquidos experimentada. Es importante anotar que la necesidad de agua que tiene el organismo es constante y no se acompaña por síntomas como la sed. Al tiempo que una persona se siente sedienta, ya ha desarrollado deshidratación moderada..
Deshidratación Leve
Síntomas:
Sed, concentración normal, orina amarilla oscura, disminuye la frecuencia y cantidad de la orina, el pulso aumenta, fatiga, intranquilidad vaga.
Deshidratación Moderada
Síntomas:
Sequedad en boca, labios, lengua y membranas mucosas, sed extrema, presión arterial baja, poca o ninguna micción, irritabilidad o inquietud, aumenta la fatiga, el lagrimeo disminuye, taquicardia, falta de elasticidad en la piel.
Deshidratación Grave
Síntomas:
Sed extrema, boca piel y membranas mucosas muy secas, incapacidad para tragar líquidos, ya no se presenta la micción ni lagrimeo, pérdida del apetito, respiraciones rápidas y profundas, pulso débil y rápido, estado mental alterado, la piel se vuelve fría y dura o caliente y seca, piel seca y falta de elasticidad, ojos hundidos, falta de sudoración, presión arterial baja, ritmo cardiaco rápido, coágulos de sangre, fallas de riñón, edema cerebral, ataques y coma.
La deshidratación grave es una condición que amenaza la vida y requiere de atención médica inmediata. Cuando no es tratada, la falta de fluidos en el organismo evita que la sangre llegue a los órganos vitales para que puedan funcionar apropiadamente. La deshidratación prolongada puede llevar a un shock y eventualmente a la muerte.
La deshidratación puede ser causada por diferentes factores, los cuales pueden contribuir a que la pérdida de líquidos no sea adecuadamente reemplazada en el cuerpo. En la mayoría de las personas nunca progresa más allá de la deshidratación leve, pues comer y beber pueden resolver esta condición. De cualquier manera, algunas personas son más propensas a desarrollar niveles más serios de deshidratación debido a ciertas condiciones médicas o situaciones que interfieren con su ingesta normal de agua.
La inadecuada ingesta de líquidos es una causa de deshidratación y es usualmente responsable de los casos leves. Esta puede ocurrir durante una enfermedad que afecte la garganta, haciendo que tragar sea una tarea difícil. Algunas personas pueden deshidratarse previo a una cirugía o análisis médicos. Las personas que restringen la ingesta de líquidos y alimentos están también en un alto riesgo de deshidratarse. Esto incluye a personas con desórdenes alimenticios (como la anorexia) y las personas que ayunan por razones políticas o religiosas. Las personas con ciertas discapacidades físicas pueden ser incapaces de tener una nutrición adecuada, incluyendo los suficientes líquidos. Otros pueden deliberadamente evitar tomar agua para evitar micciones frecuentes si debido a su incapacidad, resultare muy incómodo.
La deshidratación grave puede resultar cuando las personas experimentan la privación de alimentos y agua debido a condiciones extremas de supervivencia. Básicamente, la deshidratación ocurre de igual manera cuando los líquidos son perdidos en cantidades excesivas (y que no son repuestos) la pérdida de fluidos puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo:
Pérdida de líquidos Vía Gastrointestinal
Diarrea- Es una de las causas más comunes de deshidratación. La Diarrea puede ser causada por bacterias, virus ó parásitos. Los bebés, niños y ancianos están especialmente en riesgo de deshidratación debido a este factor, dado que sus débiles sistemas inmunológicos los hacen más vulnerables a enfermedades que pueden causar la diarrea.
Vómito- La rápida pérdida de líquidos corporales que ocurre con el vómito lleva comúnmente a la deshidratación. Ciertas poblaciones están en muy alto riesgo de deshidratación por esta causa, se incluyen los bebés, niños y ancianos, personas con desórdenes alimenticios (bulímicos) y cualquiera que tome medicamentos que induzcan al vómito.
Orina/Micción excesiva- Ciertos medicamentos pueden incrementar la orina más allá de los niveles normales. Las enfermedades que afectan la función de los riñones. Los riñones regulan la pérdida de fluidos corporales a través de la orina. Las enfermedades que pueden afectar la producción de orina se incluyen la diabetes mellitus, diabetes insipidus y el cáncer de riñón.
Pérdida de líquidos a través de la piel y pulmones (transpiración y respiración)
El calor y/o la humedad- De los dos, la humedad juega un papel muy importante en la deshidratación debido a que interfiere con la habilidad del cuerpo para auto enfriarse. En áreas húmedas, el sudor gotea en vez de evaporarse, así que la pérdida de fluidos no contribuye al enfriamiento del cuerpo (que es la función normal de la sudoración). Los ancianos, bebés y niños están especialmente en riesgo de deshidratación y otras complicaciones debido al calor y la humedad (como las insolaciones o los golpes de calor).
Actividad Física- La sudoración excesiva puede ocurrir durante la práctica de deporte u otra actividad física vigorosa y también contribuye al riesgo de deshidratación.
Fiebre, quemaduras y quemaduras solares- Estas condiciones incrementan la temperatura corporal, requiriendo más líquidos para el funcionamiento apropiado del cuerpo. Las quemaduras pueden inhibir la habilidad del cuerpo para atraer tanto humedad como sudoración, las cuales pueden evitar que el cuerpo se enfríe incrementando el riesgo de deshidratación.
Viajes aéreos y altitud- Los aviones comerciales mantienen aire seco en el interior de las cabinas, con niveles tan bajos como el 1% de humedad. Debido a que hay menos humedad en el aire, es necesario agua adicional de otras fuentes para evitar la deshidratación. Esto es especialmente verificable en vuelos largos o en altitudes tan altas o más de 8,000 pies.
Adicionalmente, las mujeres que están embarazadas o en proceso de lactancia están en un alto riesgo de desarrollar deshidratación. Las mujeres embarazadas necesitan beber y comer con regularidad para continuamente reabastecer los fluidos corporales de ellas y de los que se necesitan para el bebé en desarrollo. La deshidratación es común en el embarazo (especialmente cuando el vómito y la diarrea se presentan) y pueden causar contracciones prematuras, aminoramiento del fluido amniótico y otras condiciones. Un pequeño porcentaje de las mujeres embarazadas desarrollan una enfermedad llamada hiperemis gravidarium, que consiste en una intensa forma de mareos y náusea matutinos con vómito que puede llevar a la deshidratación. Esto frecuentemente requiere hospitalización y tratamiento con suero intravenoso.
Las madres lactantes pierden grandes cantidades de líquidos debido al cuidado del bebé y por lo tanto necesitan incrementar su ingesta de líquidos. En cuanto que una deshidratación leve no afecta la producción de leche, la deshidratación moderada y grave pueden, incluso cambiar la composición de la leche y la disminución de su producción.
Signos y síntomas de la deshidratación
Los signos y síntomas pueden variar, dependiendo de la severidad de la pérdida de líquidos experimentada. Es importante anotar que la necesidad de agua que tiene el organismo es constante y no se acompaña por síntomas como la sed. Al tiempo que una persona se siente sedienta, ya ha desarrollado deshidratación moderada..
Deshidratación Leve
Síntomas:
Sed, concentración normal, orina amarilla oscura, disminuye la frecuencia y cantidad de la orina, el pulso aumenta, fatiga, intranquilidad vaga.
Deshidratación Moderada
Síntomas:
Sequedad en boca, labios, lengua y membranas mucosas, sed extrema, presión arterial baja, poca o ninguna micción, irritabilidad o inquietud, aumenta la fatiga, el lagrimeo disminuye, taquicardia, falta de elasticidad en la piel.
Deshidratación Grave
Síntomas:
Sed extrema, boca piel y membranas mucosas muy secas, incapacidad para tragar líquidos, ya no se presenta la micción ni lagrimeo, pérdida del apetito, respiraciones rápidas y profundas, pulso débil y rápido, estado mental alterado, la piel se vuelve fría y dura o caliente y seca, piel seca y falta de elasticidad, ojos hundidos, falta de sudoración, presión arterial baja, ritmo cardiaco rápido, coágulos de sangre, fallas de riñón, edema cerebral, ataques y coma.
La deshidratación grave es una condición que amenaza la vida y requiere de atención médica inmediata. Cuando no es tratada, la falta de fluidos en el organismo evita que la sangre llegue a los órganos vitales para que puedan funcionar apropiadamente. La deshidratación prolongada puede llevar a un shock y eventualmente a la muerte.
Editado por: Susan Janoff R.D.
Artículo traducido y condensado para este blog.
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